26/2/15

TIEMPO BIENGASTADO

He dejado de leer y de ver películas. Aficiones que practicaba todos los días, por cierto.  Y he dejado de hacerlo por tu culpa. No lo has hecho aposta, ya lo sé. Pero es que inevitablemente lo único que me gusta hacer ahora es asomarme al balcón, un balcón que podría alcanzar el cielo, y pensar en que tú también estés viendo todos estos colores rosas, morados y azules.
Parece que has elegido la mejor época para gustarme. Porque ahora todo lo terrenal me parece absurdo y sólo pienso en “biengastar” todas las milésimas de segundo que pueda en procurarte toda la felicidad, aunque sea deseándotela, aunque sea desde lejos, mirando este cielo que parece que cae sobre la ciudad para aplastarnos y llenarnos de colores.
Pero es que igual, me gusta mirar arriba porque siempre he tenido la cabeza baja. Y ahora soy una descubridora de cosas bellas e inevitablemente no puedo dejar de comparar este cielo contigo.
Será que ambos me hacéis proyectar alegría. O será que ambos habéis logrado que deje de mirar el suelo.
Quizá este cielo sea una pista y tú la prueba. O puede que todo este delirio no esté pasando y sólo pueda hacer esto, escribirlo.
Cómo podría no aventurarme a volar entre tus nubes y que me manches con todos estos rosas. Cómo podía haber estado todo este tiempo sin mirar al cielo y sentir que tú también me buscas por allí arriba.

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