6/2/15

VENERACIÓN



Absorbiste todo lo que soy y te lo llevaste.

He muerto una vez más...

Te busqué en cada parte descompuesta
de mi sombría tristeza
y dejé salir incontables lágrimas
para que te contasen que si no estás
dejo de ser yo,
porque ¿quién soy sino tú?

Te despegaste de mi castigada fortuna
y reprimiste toda mi existencia.

Sé que sigo sin saber
si alguna vez gritaste mi nombre
porque no me encontrabas...
Sigo sin seguir a nadie...

Contengo mis pensamientos sin pensar,
porque al hablar se va parte de mí.

Sentencio todo lo que soy.

El tiempo...un inmenso desierto,
hueco y desocupado
que te tiene presente
sin estar tú a cada instante,
ocupando su presencia pensándote.
Pero el tiempo muere...

Inseguridades que llueven en mí
y te salpican.
Tanta felicidad me aplasta....

No consigo escapar
de los callejones escondidos en ti,
que perforan  cada hálito que me arranco
para sosegar las turbaciones que te custodian,
y me mareo buscando una grieta
entre todos los laberintos de tus silencios.

Mi pecho amordazado
está escupiendo todo esto
para que le eximas
de tanta desidia encarcelada.


Sigo sin seguir siendo dueña de mis sueños
tapizados en el desencantado escepticismo,
y es tu culpa el que no pueda seguir soñando...

Me balanceo en la inquietud
perforada de sombras
que se asombran de la fastuosidad
que diluvia tu nombre.

Y mi rumbo,
sacrificó su trayecto por seguirte.
Y yo sigo sin seguir viendo tu voz.

Mi adoración,
retirada, degenerada,
suplicando prescindir
 de este suplicio que es tenerte
y que hace herida en todo lo que te respiro
 porque ya he dejado de seguirte...
Sigo sin dejar de venerarte...

Le solicito a mi deshabitada vida
que se sacie de ti
porque saqueaste y devoraste todo lo que soy.
Sigo sin seguir siendo nada...

Un ánima inválida
que no deja de disparar tormentas enmascaradas,
y todo el amor proyectado en cada acción
estará prohibido en cada frase que te piense.








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