26/2/15

TIEMPO BIENGASTADO

He dejado de leer y de ver películas. Aficiones que practicaba todos los días, por cierto.  Y he dejado de hacerlo por tu culpa. No lo has hecho aposta, ya lo sé. Pero es que inevitablemente lo único que me gusta hacer ahora es asomarme al balcón, un balcón que podría alcanzar el cielo, y pensar en que tú también estés viendo todos estos colores rosas, morados y azules.
Parece que has elegido la mejor época para gustarme. Porque ahora todo lo terrenal me parece absurdo y sólo pienso en “biengastar” todas las milésimas de segundo que pueda en procurarte toda la felicidad, aunque sea deseándotela, aunque sea desde lejos, mirando este cielo que parece que cae sobre la ciudad para aplastarnos y llenarnos de colores.
Pero es que igual, me gusta mirar arriba porque siempre he tenido la cabeza baja. Y ahora soy una descubridora de cosas bellas e inevitablemente no puedo dejar de comparar este cielo contigo.
Será que ambos me hacéis proyectar alegría. O será que ambos habéis logrado que deje de mirar el suelo.
Quizá este cielo sea una pista y tú la prueba. O puede que todo este delirio no esté pasando y sólo pueda hacer esto, escribirlo.
Cómo podría no aventurarme a volar entre tus nubes y que me manches con todos estos rosas. Cómo podía haber estado todo este tiempo sin mirar al cielo y sentir que tú también me buscas por allí arriba.

19/2/15

DESGARRO ABDOMINAL

Me siento absurda cuando me miras. Pero no porque crea que eres un gigante a mi lado, sino porque se me borran las palabras y parece que todo es un caos. Un maldito caos que me engulle como una serpiente.
De verdad que cuando me llega tu olor al pasar, ese aire, tu esencia, es mi oxígeno.
Lo que te estoy diciendo es puro, sin adulterar. Y mientras pienso en esto, voy dejando un reguero de sonrisas para ver si me encuentras. Voy dejando un rastro de pechos latiendo que van marcando el camino del tiempo que nos separa.
Sonrisas y pechos que no vienen.
Cómo me pesa todo cuando creo que no vendrás. Hasta el aire se transforma en una pared de cemento, en una nube de algas en medio del mar.
Y mi piel es un erizo que sacude espinas.
Y a mi corazón, de tanto usarlo, he decidido darle la vuelta como si fuera un chaleco reversible y estrenarlo contigo. Sí, eso. Estrenar mi corazón contigo sería la mejor forma de no echarlo a perder. Porque creo que de esta no se salva. Acabará en un matadero junto a otros corazones que no supieron latir tristezas.
Pieles y corazones que no entiendes.
Cómo me gustaría verte llorar por mí y que no sintieras que el mundo te importuna demasiado.

Cómo me gustaría clavar mi corazón en ti, como si fuera el aguijón de una abeja y morir en tu piel. Aunque tuviera que desgarrarme el abdomen, y dejarte el veneno de mi amor dentro. 

12/2/15

EL PÁJARO EN SU BOLÍGRAFO


Llevaban mucho tiempo juntos. O al menos a ella se lo parecía. Pero eso no significaba nada malo, sino que, en comparación con sus otras relaciones, ésta había sido la más larga.
No sabía si era porque estaba cerca de cumplir los treinta y cinco años, o si era porque necesitaba vomitar sobre el papel todo lo que le rondaba por la cabeza. Hacer un balance de su relación, como si ellos fueran una cuenta de contabilidad.
Quizá le hiciera falta que él supiera todo.
Quizá necesitaba darle las gracias por todo este tiempo. Aunque por otro lado, le asustaba la idea de dejar de quererlo una vez que hubiera escrito todo lo que sentía. Como cuando estás enfadado y se te pasa una vez que has dado el motivo de tu enfado.

10/2/15

CAJA DÉBIL

No estoy lista para abrir el cerrojo.
Te has enganchado como una sanguijuela a mi piel. Y lo peor es que me encanta que me chupes la sangre. Que te alimentes de mí.
No puedo tirar tu llave. Soy una caja débil.
Me he quedado en los huesos por quererte hasta dejarme la piel. Sólo me quedan sentimientos. Sólo tengo esta habitación sellada en el corazón.
Qué vacío se ve todo cuando te vas. Todo pierde sentido, en serio. Es probable que no me creas pero cuando te vas, los árboles dejan de ser árboles. Y yo me quedo en medio de  tus ruinas con el alma cercenada, en medio de todas las ramas caídas que eran tus desquites.
Siempre has sido la sombra en medio de un jardín y yo la niña que se ha perdido demasiadas veces en tu bosque hasta acabar muerta. 
Y allí, bajo tierra, seré un árbol que no deja de llorar hojas.Un árbol que no sabe que es árbol. Un árbol que deja de ser árbol.





6/2/15

VENERACIÓN



Absorbiste todo lo que soy y te lo llevaste.

He muerto una vez más...

Te busqué en cada parte descompuesta
de mi sombría tristeza
y dejé salir incontables lágrimas
para que te contasen que si no estás
dejo de ser yo,
porque ¿quién soy sino tú?

Te despegaste de mi castigada fortuna
y reprimiste toda mi existencia.

Sé que sigo sin saber
si alguna vez gritaste mi nombre
porque no me encontrabas...
Sigo sin seguir a nadie...

Contengo mis pensamientos sin pensar,
porque al hablar se va parte de mí.

Sentencio todo lo que soy.

El tiempo...un inmenso desierto,
hueco y desocupado
que te tiene presente
sin estar tú a cada instante,
ocupando su presencia pensándote.
Pero el tiempo muere...

Inseguridades que llueven en mí
y te salpican.
Tanta felicidad me aplasta....

No consigo escapar
de los callejones escondidos en ti,
que perforan  cada hálito que me arranco
para sosegar las turbaciones que te custodian,
y me mareo buscando una grieta
entre todos los laberintos de tus silencios.

Mi pecho amordazado
está escupiendo todo esto
para que le eximas
de tanta desidia encarcelada.


Sigo sin seguir siendo dueña de mis sueños
tapizados en el desencantado escepticismo,
y es tu culpa el que no pueda seguir soñando...

Me balanceo en la inquietud
perforada de sombras
que se asombran de la fastuosidad
que diluvia tu nombre.

Y mi rumbo,
sacrificó su trayecto por seguirte.
Y yo sigo sin seguir viendo tu voz.

Mi adoración,
retirada, degenerada,
suplicando prescindir
 de este suplicio que es tenerte
y que hace herida en todo lo que te respiro
 porque ya he dejado de seguirte...
Sigo sin dejar de venerarte...

Le solicito a mi deshabitada vida
que se sacie de ti
porque saqueaste y devoraste todo lo que soy.
Sigo sin seguir siendo nada...

Un ánima inválida
que no deja de disparar tormentas enmascaradas,
y todo el amor proyectado en cada acción
estará prohibido en cada frase que te piense.