11/10/15

ENCUENTRO NÚMERO «N»

Uñas pintadas con boli Bic
y labios pintados con el líquido
de una ciruela madura, blanda
-que chorrea tinta en cada mordisco- 
Ser poeta
escribiendo en papel higiénico
y durmiendo en algún rincón de la calle Argumosa
-porque Julio Verne también viajaba en sueños-
¿Se puede escribir sin haber leído?
Él cruza la ciudad
con sus ojos de ciervo,
con sus orejas de gato
bebiendo vino en un vaso de plástico reciclado
y yo le observo caminar por entre los coches
como si fuera un animal herido en la linde del bosque.
¿Se puede ser animal sin ser salvaje?
Escarba en sus bolsillos en busca de
alguna moneda
-como cuando haces un hoyo en la arena de la playa
para hacer un castillo-
pero no encuentra nada
y se sienta a mi lado.
Somos dos virutas de un lápiz de color negro
en este portal destartalado.
¿Se puede ser desecho sin haber nacido?
Saco una moneda y se la regalo
se la pongo en la nariz de lobo que tiene
y no sonríe.
Prefiere entonces cogerme la mano,
apretármela fuerte, como si fuera su presa
y mirarme con esos ojos de ciervo
en cuyo reflejo veo a los coches pasar tras de mí.
-como si tuviera canicas en lugar de ojos-
Pero entonces se levanta y se marcha.
Me cansa mi pecho
hasta que creo que vuelve hacia mí de nuevo
-sí, vuelve-
Me trae un vaso y bebemos vino
en este portal destartalado
como si fuéramos dos virutas de un lápiz de color rojo
-como si no existiéramos para el mundo-
Se acerca lentamente hacia mí
Y me da un beso con las pestañas.
Tanto cosquilleo ha hecho despertar un montón de hormigas en mi estómago.
Me quedo callada- prefiero que hable él. Prefiero saber yo de él-
Tiene un nombre corto y un pelo largo. Unas manos secas y los labios húmedos.
Me molestaría tener que irme de este portal destartalado.
No volver a ver sus ojos de ciervo,
no poder secarle los labios con mis besos,
-ojalá este vaso de vino dure siempre.
que estas dos virutas no se conviertan en colores-
Que este portal destartalado
nos atrape.
Se levanta. Creo que me va a decir «adiós»
Y yo quiero volverme sorda y no escuchar nada.
Me tiende su mano de orangután
«¿Nos vamos?»
Ése “nos” …
-tan bonito
Tan aterrador-
Somos dos figuras negras que se alejan de la ciudad.
¿Se puede ser sombra sin haber visto luz?

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